Hablar de ciencia ficción limita al colectivo a pensar en armas láser, a criaturas viscosas y policromáticas, limita a pensar en naves con formas "aerodinámicas" y a conflictos interestelares; sin embargo, hacia 1950, Ray Bradbury dio un giro a la ciencia ficción. Bradbury, quien creció leyendo los cuentos cortos de Amazing Tales (revistas populares durante los 30´s en las que se recopilaban narraciones de Poe, Lovecraft, Wells y demás) nos presenta lo que podría ser su novela cumbre: Crónicas marcianas.
Ubicandonos desde 1998 hasta el 2026, Bradbury narra, a manera de relatos; la vida diaria de los marcianos, dejando a un lado el estigma que cargan como éntes fríos y crueles, dandoles características más "humanas" poniendolos como familias, herederas de grandes costumbres y tradiciones inimaginables.
Bradbury relata la colonización de Marte por parte de los humanos, haciendo alegorias al expansionismo e imperialismo que tuvo su apogeo en el siglo XIX, narra con detalle como de a poco, los humanos destruyen los vestigios marcianos para poder vivir como lo hacian en la Tierra, que se encuentra al borde de una gran guerra.
En Crónicas marcianas hay cuentos de amor, relatos de soledad, de terror y de pena, Bradbury nos regala una serie de anecdótas, donde son pocos los hombres que saben que Marte no les pertenece y donde la empatía para con los nativos del cuarto planeta es inevitable, al leer las páginas la afinidad por los marcianos crece y Bradbury nos demuestra que fuera de nuestro mundo, en cualquier lado somos alienigenas, que en Marte y en Jupíter somos cuentos de fantasía, que en Marte somos parte de la ciencia ficción.
La edición que tengo en mi "cuchitril" contiene un prólogo de Jorge Luis Borges, que ensalsa las páginas de Crónicas marcianas.
Denle a Bradbury y a Crónicas marcianas la oportunidad de mostrarles el otro lado de la ciencia ficción, no todo son batallas en el espacio ni paramilitares salpicados de sangre verde.
Astorre
2 comentarios:
Aqui comentando de nuevo, si de algo sirve. A parte de saludos al staff solo queria comentar que en cuanto a ciencia ficción no solo hay novelas, si no que los cuentos o narraciones cortas suelen ser tambien autenticas genialidades, una prueba de ello es el cuento (del mismo Bradbury) "El ruido de un trueno", tan presente ya en el colectivo y la cultura popular que incluso ha sido parodeado La casita del terror V de los Simpsons.
Por cierto, eh sido informado de algo que ya parece obvio, Astorre es gay.
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