¡Ahhhhh, a mí perro se lo comio una lagartijota!

Mis compañeros se han dedicado a crear una histería masiva, si bien hacen referencia a bestias asiaticas y dioses colosales, se les ha olvidado mencionar el papel que juega la ingieneria genética en cuestión de hacer monstruos. Sí, las compañias de farmacos son responsables de que tu tío se quiera comer a tu tía (literalmente hablando), también son culpables de que tu casa sea destruida por un ente amorfo, que con sus escurridizos y enormes apendices, desgaja cualquier cosa que se le pone enfrente. No podemos quedarnos de brazos cruzados cuando allá afuera hay una bestia queriendo abusar de la rubia en peligro, y mucho menos cuando tenemos al poderoso ejército mexicano en espera.

Pongan su granito de arena, comenten algo con respecto a las idioteces que decimos y ayudenos a dejar este vicio llamado "aburrimiento".

Y recuerda... que los seguros de viajeros no cubren accidentes en Nueva York, Washington o Japón, lugares en los cuales Godzilla y compañia van a vacacionar.

                                                                                   Astorre