El mundo era tuyo...

Eran los 80´s, eran las luces neón, eran las palmeras, eran los sacos de lino, Mc Hammer y los Delfines de Miami (yupi, Dan Marino)...fue la decáda de Tony Montana.
Considerada una película de culto Scarface aparecío a mediados de esa decáda tan colorida, sin embargo hago esta entrada basandome sólo en mi juicio; la verdad no se quien la glorifico tanto (sé quien la glorifica, pero no me fio en sus argumentos).
Scarface es el remake de su homónima de 1931, ambientada en un Miami ochentero, nos presenta a Tony Montana, un migrante cubano con delirios de grandeza, la historia como ha de suponerse se desglosa como un panfleto, Tony escala los peldaños del narcotrafico hasta conseguir la gloria y lo demás es relleno.
Sus puntos en favor son sólidos: una actuación excelsa de Al Pacino y una historia con un descenlace de antología, sin embargo los bachecitos o mejor dicho bachesotes se llevan la película entra las patas, la fotográfia es deplorable, la dirección a pesar de ser de Brian de Palma (The untouchables) deja mucho que desear, el guíon a cargo de Oliver Stone es de los más vulgares (el más grosero de la historia) tan sólo cuenten el número de veces que dicen "fuck" o "pussy". Cocaína hecha con leche en polvo ( o eso dijeron los productores) y la sangre de un color naranja rosado, Scarface es un film para pasar el rato, en domingo. De ustedes depende sí es buena o no, pero yo la bajo de su pedestal.

                                                                                                   Astorre