Los antiheroes salvan la tele.

¡Nuestra primer entrada relacionada con la tv! y es que era un tanto raro que nosotros, entes de lo ocioso y del vicio, no nos concentraramos en la pequeña caja idiota, y el fin de esta entrada no es otro sino el notar la obviedad de los nuevos "heroes" de las series televisivas...

Parece gracioso que fue por allá, casi a finales del 2004 cuando la televisión nos presentó al primer antiheróe de muchos por venir, un doctor distinto, misantropo, egoista, y por encima de todo narcisista, incluso el mismo Hugh Laurie menciono que cuando leyo el primer guíon de la serie que lo lanzaria a la fama, creyo que el personaje principal seria otro. Ya habían pasado los 90's con menos gloria que pena, para nuestra suerte aún eramos pequeños, los éstandares de heroes rubios, bonitos y buena onda (algo así a la Backstreet boys) se desvanecieron ante la llegada de una década menos ilusoria, en la cual las relaciones se acenturon más por los intereses propios, la política armamentista se volvió pan nuestro de cada día y la violencia grafíca se encrudecia ante un público inmune al sufrimiento ajeno.

Fue entonces cuando Gregory House hizó su entrada triunfal, ya habiamos visto a otros heróes raros en la televisión; con líneas que rayaban en lo bizarro y actitudes rudas pero firmes e incorruptibles, como si se tratase de una imitación de Batman cruzada con Superman, todo esto en las distintas franquicias de CSI.

Con personajes como Sebastian Shark, (de Shark, daaaaa) el Dr. Lightman, protagonizado por el gran Tim Roth (Lie to me) Patrick Jane (the mentalist) y Rick Castle, encarnado por Nathan Fillion (Castle), la televisión se engalano de personajes que pasaban de los cuarenta años, en su mayoría divorciados, o viudos, con hijos que mostraban más madurez que ellos y con egos infinitamente enormes.
Los que salvan el día ya no son personas amables, ya no son caballeros de la edad media, carecen de gallardía, son arrogantes y pretenciosos, se saben únicos en su terreno de trabajo y saben aprovecharlo, chantajistas y convenencieros.
Así es monsterfilicos, los tiempos cambian y los canones de "heroismo" también y es que cualquiera que sepa de estos personajes recien mencionados se dará cuenta que en más de una ocasión los hemos exaltado e incluso hemos deseado tener sus habilidades, siendo conscientes de lo frustrante que sería conocerlos si en verdad existierán.
La televisión nos vende una imagen de como queremos que las cosas sean vistas y aparentemente queremos ser más autonomos, más como House o como Castle, en una época en la que nos cuesta subirnos y abrocharnos los pantalones.

Rodrigo