Suckerpunch: un puñetazo de cine.

Ayer por azares del destino y una ola de buena suerte pude acudir al cine a ver Suckerpunch, película que había intentado ver en dos ocasiones anteriores (gracias por llevarme al cine,te amo amore mío :P), no puedo decir que esperaba una gran obra maestra, pero tampoco salí decepcionado de la sala...

Snyder nos trajo su primer producción basada en un guíon propio, si bien el mismo Snyder ha realizado trabajos excelsos en cuanto adaptación se refiere, los tropiezos con un guíon propio parecen saltar en más de una ocasión, pues no hay que ser un genio para saber que las inconcistencias en el camino entre el papel y la cámara se hacen presentes en muchas películas.
En cuanto a fotografia y soundtrack Snyder sabe que nos tiene ganados, pues su manejo de la pantalla verde y de las secuencias de peleas, aderezadas de canciones iconicas de decádas anteriores, son perfectas, desatan adrenalina y aceleran al espectador a querer ver más balazos, espadazos y movimientos de las protagonistas (que en ocasiones suelen ser ligeramente sugestivas)



La cinta cuenta con una que otra línea un tanto curiosa, casi genial y chusca, sin embargo, como escribi hace un parráfo, los problemas con el guíon son obvios pues el argumento principal se pierde, los cambios de realidades se diluyen y uno no sabe si todo es un viajezote de diez segundos representado en dos horas o si en verdad ocurrio todo eso, pues el argumento menciona que Babydoll debe escapar en cinco días antes de sufrir una lobotomía, en más de una escena ese argumento inicial parece desvanecerse.
Las actuaciones no son malas, pero tampoco son de ovación, ninguna de las chicas presentes sale del cliché imaginativo que tiene Babydoll de cada una, de como las percibe.
Pero no sufran monsterfilicos, no todo son piedras contra este filme, pues las batallas, los universos imaginados por Babydoll y las palabras de the Wiseman son una delicia, la resolución del filme es un tanto apurada pero no nos defrauda pues Snyder nos vuelve a ganar con la solución de los problemas.
Suckerpunch no defrauda, al contrario, salí de la sala del cine agradecido por ver la película.
Amé Suckerpunch, porque no prometía ser una competencia contra El Cisne Negro o contra El Origen, porque prometía acción sin fin, adrenalina y balazos inimaginables contra criaturas geek y frikis ( cosa que agradeci más que otra)

Suckerpunch es sincera, cruda y como su nombre lo dice: directa. Volvería a verla sin chistar.


Rodrigo