Villanos en mallas, sin justicia

Si de enemigos hablamos, los más representativos del colectivo popular resultan ser los antagonistas de las peliculas y de las novelas, ahora con este nuevo siglo, del cual ya pasaron diez años (¡oh salve, padre tiempo nuestras arrugas!) los personajes a explotarse suelen salir de las viñetas o de los pixeles, ya sean alienigenas con fanatismo o monstruos pálidos que surgen de las entrañas de nuestro planeta natal, los enemigos de la humanidad en general suelen volverse más sanguínarios y deterministas; pero...¿Qué sucede cuando al adaptarse a otros medios, esos mismos villanos pierden sus características?...

Ya sea por su origen o por sus ambiciones los villanos del mundo de los comics suelen ser tremendos dolores de cabeza para los protagonistas, sin embargo son pocos los que en los últimos años han hecho sufrir seriamente a los encapotados, mencionar casos simples como Joker de Batman o Whiplash de Iron Man son suficientes para darnos cuenta de que con buenos actores (Ledger y Mickey Rourke) se puede crear un antagonista con una personalidad bien definida y con un proposito bien fundamentado; incluso han existido villanos que sin ser de un comic han creado momentos memorables, y es que nadie puede negar lo bien llevada y cruda escena del grupo de asaltantes que atacan a Hancock en el hospital, escena que se encrudece más cuando el lider del grupo remata al heroe caído con la línea: "Todos te extrañaremos..."
Pero el punto no es ese, el punto es cuando villanos como Dark Phoenix de los X-men, Lex Luthor o Venom se utilizan sin considerar los contratiempos que podrían surgir en la pantalla.
Comencemos con Luthor, quien resurgio más o menos bien librado en la serie Smallville, si bien este es ya un villano de antaño, con un look muy clásico ( calvo y ricachon) sus incurciones en el celuloide habían sido muy sosas, ni el buen kevin Spacey logró explotar al personaje al 100% en la mal lograda Superman regresa; y es que a este eterno enemigo de Super-niño bobo-man no lo han sabido utilizar, pues a pesar de su intelecto y planes maquiavelicos, sus líneas e intereses no rebasan, al menos en cine, en destruir a Superman para consumar una odio del cual apenas y sabemos. Es obvio que en dos horas de film no podremos averiguar todo lo que en realidad sucede.
Pasando con Venom,a quien se le atribuye el fracaso del último filme dirigido por Sam Raimi, no es de lo más original que el odio sea su móvil principal; pero cuando se trata de un enemigo letal, más fuerte que su protagonista, que sabe los secretos de su nemesis y dispuesto a todo con tal de verlo sufrir; veinte minutos de cinta no son suficientes y mucho menos cuando sabemos que Venom (al menos cuando usa a Eddie Brock) se vuelve un sanguínario vigilante de San Francisco y ocasional colaborador de su odiado Spiderman (a quien le echa la mano en Maximum Carnage). Ahora el simbionte lo portará Flash Thompson y el futuro de este mosntruo aún no se define bien, la conclusión más obvia es que a Venom no le serían suficientes dos horas para desatar su furia por completo.
Finalmente, el caso más absurdo en el cine fue la incursión de Dark Phoenix, alter ego de Jean Grey, en X-men 3, sí bien el titulo no fue del todo tan estruendoso (la batalla final) esa última escena de X2 en la que Xavier, con voz en off, nos dice como suceden los saltos evolutivos mientras que vemos en el lago Alkai un enorme feníx dentro del agua en el que unas escenas antes Jean Grey queda sumergida para salvar al grupo. Para el trailer de X-men 3 vemos a Phoenix mostrando parte de su poderío, las especulaciones se dispararon, y se tuvieron esperanzas de que vieramos en cine un descenlace para una de las trilogías mejor llevadas hasta entonces en el celuloide, el problema surge cuando, por cuestiones de tiempo y argumentos, Phoenix pasa a ser un personaje manipulado en lugar del ser egoista, lujurioso y poderoso que es en los comics, apenas habla en sus escenas, se muestra indiferente ante la nueva cura para los mutantes (que al parecer fue insertada para crear controversia en los alumnos de Xavier y no pasa de ser una nueva arma que no pone a temblar los cimientos del instituto de Charles), no demuestra sus motivaciones ni el porque de tan agresivo comportamiento, y al mostrarnos a este "otro yo" de Grey asesinar a Cyclops (su pareja) y a Charles Xavier en lugar de desencajarnos y ponernos ansiosos por verla más tiempo, nos sentimos decepcionados de ver como es manejada por Magneto (quien luce más que Grey y que el mismo Xavier a lo largo de la saga), para la pelea del final, en la que hay chistes de conotación sexual y golpes más o menos bien llevados, los fans nos sentimos sobrecargados de escenas y vemos a una Phoenix en sus cinco minutos de gloria, vaporizando y quemando todo como si estuviese en trance, sólo para que al final resulte muerta por su admirador no tan secreto, Wolverine, quien sin querer queriendo es el personaje principal de las películas. Sin gloria y con demasiada pena Dark Phoenix se perdio en el argumento del film, uno de los villanos más atroces de los X-men resulta abusado en el concepto del villano malo por ser sólo malo y se le denigra como personaje y como potencial perdición de sus ex-compañeros.

Mencion especial merece Galactus, devorador de mundos, que en las viñetas es el máximo a vencer de los 4F, y que en cine fue tan sólo una nebulosa morada con gris que relampageaba y que nunca se manifesto como un villano imponente, a pesar de que en el comic es casi como un dios voluntarioso.

Así es esto monsterfilicos, la lista sigue y sigue; villanos buenos y villanos malos van y vienen, sólo queda esperar que en las adaptaciones venideras los "malos" sean más humanizado y mejor escritos, para que así nos entreguen un antagonista al cual de verdad temer y odiar, aunque sea por dos horas y media. De momento habra que ver como resulta en las pelis que veremos en el verano.

Join the dark side!
cuidense del kraken.

Rodrigo